Slavorum Apostoli ES 16

V. SENTIDO CATÓLICO DE LA IGLESIA

16 No es solamente el contenido evangélico de la doctrina anunciada por los santos Cirilo y Metodio lo que merece un particular relieve. Para la Iglesia de hoy es también muy expresivo e instructivo el método catequético y pastoral que ellos aplicaron en su actividad apostólica entre pueblos que todavía no habían visto celebrar los divinos Misterios en su lengua nativa, ni habían oído todavía anunciar la Palabra de Dios de una manera plenamente afín a su mentalidad y en el respeto de sus propias condiciones de vida.

Sabemos que el Concilio Vaticano II, hace veinte años, tuvo como objetivo principal el de despertar la autoconciencia de la Iglesia y, mediante su renovación interior, darle un nuevo impulso misionero en el anuncio del eterno mensaje de salvación, de paz y de reciproca concordia entre los pueblos y naciones, por encima de todas las fronteras que todavía dividen nuestro planeta destinado por voluntad de Dios creador y redentor, a ser morada común para toda la humanidad. Las amenazas, que en nuestros días se ciernen sobre el mundo, no pueden hacer olvidar la profética intuición del papa Juan XXIII, que convocó el Concilio con la intención y convicción de que con él se podría preparar e iniciar un período de primavera y resurgimiento en la vida de la IgIesia.

Y, en tema de universalidad, el mismo Concilio, entre otras cosas, se expresó así: " Todos los hombres están llamados a formar parte del nuevo Pueblo de Dios. Por lo cual, este pueblo, sin dejar de ser uno y único, debe extenderse a todo el mundo y en todos los tiempos, para así cumplir el designio de la voluntad de Dios, quien en un principio creó una sola naturaleza humana, y a sus hijos, que estaban dispersos, determinó luego congregarlos (cf. Jn 11, 52)... La Iglesia o el Pueblo de Dios, introduciendo este reino, no disminuye el bien temporal de ningún pueblo; antes, al contrario, fomenta y asume, y al asumirlas, las purifica, fortalece y eleva todas las capacidades y riquezas y costumbres de los pueblos en lo que tienen de bueno ... Este carácter de universalidad que distingue al Pueblo de Dios, es un don del mismo Señor ... En virtud de esta catolicidad, cada una de las partes colabora con sus dones propios con las restantes partes y con toda la Iglesia, de tal modo que el todo y cada una de las partes aumenten a causa de todos los que mutuamente se comunican y tienden a la plenitud en la unidad ".28

(28) Conc. Ecum. Vatic. II, Const. dogm. Lumen gentium, sobre la Iglesia,
LG 13.


17 Podemos afirmar con toda tranquilidad que una visión así, tradicional y a la vez muy actual, de la catolicidad de la Iglesia -sentida como una sinfonía de las diversas liturgias en todas las lenguas del mundo, unidas a una única liturgia, o como un coro armonioso que, sostenido por las voces de inmensas multitudes de hombres, se eleva según innumerables modulaciones, timbres y acordes para la alabanza de Dios, desde cualquier punto de nuestro globo, en cada momento de la historia-, corresponde de modo particular a la visión teológico y pastoral que inspiró la obra apostólica y misionera de Constantino Filósofo y de Metodio, y favoreció su misión entre las naciones eslavas.

En Venecia, ante los representantes de la cultura eclesiástica que, apegados a un concepto más bien angosto de la realidad eclesial, eran contrarios a esta visión, san Cirilo la defendió con valentía, indicando el hecho de que muchos pueblos habían introducido ya en el pasado y poseían una liturgia escrita y celebrada en su propia lengua, como " los Armenios, Persas, Abasgos, Georgianos, Sugdos, Godos, Avares, Tirsos, Jázaros, Arabes, Coptos, Sirianos y otros muchos ".29

Recordando que Dios hace salir el sol y hace caer la lluvia sobre todos los hombres sin excepción,30 él decía: " ¿no respiramos acaso todos el aire del mismo modo? Y vosotros no os avergonzáis de establecer sólo tres lenguas (hebreo, griego y latín) decidiendo que todos los demás pueblos y razas queden ciegos y sordos. Decidme: ¿defendéis esto, porque consideráis a Dios tan débil que no pueda concederlo, o tan envidioso, que no lo quiera? ".31 A las argumentaciones históricas y dialécticas que se le presentaban, el Santo respondía recurriendo al fundamento inspirado por la Sagrada Escritura: " Toda lengua confiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre ";32 " póstrese toda la tierra ante ti y entone salmos a tu nombre ";33 " alabad a Yavé las gentes todas, alabadle todos los pueblos ".34

(29) Vita Constantini XVI,8: ed. cit., p. 205.
(30) Cf.
Mt 5,45.
(31) Vita Constantini XVI,4-6: ed. cit., p. 205
(32) Ibid. XVI,58: ed. cit., p. 208; Ph 2,11.
(33) Vita Constantini XVI,12: ed. cit., p. 206, Ps 66,4 [65],4.
(34) Ibid. XVI,13: ed. cit., p. 206; Ps 117,1 [116],1.


18 La Iglesia es también católica porque sabe presentar en cada contexto humano la verdad revelada, custodiada intacta por ella en su contenido divino, de manera que se haga accesible a los modos de pensar elevados y a las justas aspiraciones de cada hombre y de cada pueblo. Por otra parte, todo el patrimonio de bien, que cada generación trasmite a la posteridad junto con el don inestimable de la vida, constituye como una variopinta e inmensa cantidad de teselas que componen el vivo mosaico del Pantocrátor, el cual se manifestará en su total esplendor sólo en la parusía.

El Evangelio no lleva al empobrecimiento o desaparición de todo lo que cada hombre, pueblo y nación, y cada cultura en la historia, reconocen y realizan como bien, verdad y belleza. Es más, el Evangelio induce a asimilar y desarrollar todos estos valores, a vivirlos con magnanimidad y alegría y a completarlos con la misteriosa y sublime luz de la Revelación.

La dimensión concreta de la catolicidad, inscrita por Cristo el Señor en la constitución misma de la Iglesia, no es algo estático, fuera del dato histórico y de una uniformidad sin relieve, sino que surge y se desarrolla, en un cierto sentido, cotidianamente como una novedad a partir de la fe unánime de todos los que creen en Dios uno y trino, revelado por Jesucristo y predicado por la Iglesia con la fuerza del Espíritu Santo. Esta dimensión brota espontáneamente del recíproco respeto -propio de la caridad fraterna- hacia cada hombre y cada Nación, grande o pequeña, y por el reconocimiento leal de los atributos y derechos de los hermanos en la fe.

19 La catolicidad de la Iglesia se manifiesta también en la corresponsabilidad activa y en la colaboración generosa de todos en favor del bien común. La Iglesia realiza en todas partes su propia universalidad acogiendo, uniendo y elevando, en el modo en que le es propio y con solicitud maternal, todo valor humano auténtico. Al mismo tiempo, ella se afana, en cualquier área geográfica y en cualquier situación histórica, en ganar para Dios a cada hombre y a todos los , hombres, para unirlos entre sí y con EL en su verdad y en su amor.

Cada hombre, cada nación, cada cultura y civilización tienen una función propia que desarrollar y un puesto propio en el misterioso plan de Dios y en la historia universal de la salvación. Este era el modo de pensar de los dos santos hermanos: Dios " clemente y compasivo,35 esperando que todos los hombres se arrepientan, para que todos sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad,36 no permite que el género humano sucumba a la debilidad y perezca, cayendo en la tentación del enemigo, sino que en todos los años y tiempos no cesa de concedernos una gracia múltiple, desde el origen hasta hoy, del mismo modo: antes, por medio de los patriarcas y de los padres y, después de ellos, por medio de los profetas; y más tarde por medio de los apóstoles y de los mártires, de los hombres justos y de los doctores, que El escogió de en medio de esta vida tempestuosa ".37

(35) Cf.
Ps 112,4 [111],4; Jl 2,13.
(36) Cf. 1Tm 2,4.
(37) Vita Constantini I,1: ed. cit., p. 169.


20 EL mensaje evangélico, que los santos Cirilo y Metodio tradujeron para los pueblos eslavos, recogiendo sabiamente del tesoro de la Iglesia " cosas antiguas y nuevas ",38 fue transmitido mediante el anuncio y la catequesis en conformidad con las verdades eternas y adaptándolo, al mismo tiempo, a la situación histórica concreta. Gracias a los esfuerzos misioneros de ambos Santos, los pueblos eslavos pudieron, por primera vez, tomar conciencia de su propia vocación y participar en el designio eterno de salvación del mundo. Con esto reconocían también el propio papel en favor de toda la historia de la humanidad creada por Dios Padre, redimida por el Hijo Salvador e iluminada por el Espíritu Santo. Gracias a este anuncio, aprobado en su tiempo por las autoridades de la Iglesia -los Obispos de Roma y los Patriarcas de Constantinopla- los eslavos pudieron sentirse, junto con las otras naciones de la tierra, descendientes y herederos de la promesa hecha por Dios a Abrahán.39 De este modo, y gracias a la organización eclesiástica creada por san Metodio y a la conciencia de la propia identidad cristiana, ellos ocuparon el lugar que les estaba destinado en la Iglesia , establecida también ya en aquella parte de Europa. Por ello, sus actuales descendientes conservan un recuerdo grato e imperecedero de aquél que vino a ser el eslabón que los une a la cadena de los grandes heraldos de la divina Revelación del Antiguo y del Nuevo Testamento: " Después de todos éstos, en nuestros tiempos, Dios misericordioso suscitó para la buena empresa en favor de nuestro pueblo -de quien antes nadie se había preocupado-, a nuestro maestro el bienaventurado Metodio, cuyas virtudes y luchas nosotros las comparamos una por una y son sonrojarnos, a las de tales hombres gratos a Dios ".40

(38) Cf.
Mt 13,52.
(39) Cf. Gn 15,1-21.
(40) Vita Methodii II,1: ed. cit., pp. 220 s.


VI. EVANGELIO Y CULTURA

21 Los hermanos de Salónica eran herederos no sólo de la fe, sino también de la cultura de la antigua Grecia, continuada por Bizancio. Todos saben la importancia que esta herencia tiene para toda la cultura europea y, directa o indirectamente, para la cultura universal. En la obra de evangelización que ellos llevaron a cabo como pioneros en los territorios habitados por los pueblos eslavos, está contenido, al mismo tiempo, un modelo de lo que hoy lleva el nombre de " inculturación " -encarnación del evangelio en las culturas autóctonas- y , a la vez , la introducción de éstas en la vida de la Iglesia.

Al encarnarse el Evangelio en la peculiar cultura de los pueblos que evangelizaban, los santos Cirilo y Metodio tuvieron un mérito particular en la formación y desarrollo de aquella misma cultura, o mejor, de muchas culturas. En efecto, todas las culturas de las naciones eslavas deben el propio " comienzo " o desarrollo a la obra de los hermanos de Salónica. Ellos, con la creación, original y genial, de un alfabeto para la lengua eslava, dieron una contribución fundamental a la cultura y a la literatura de todas las naciones eslavas.

Además, la traducción de los libros sagrados realizada por Cirilo y Metodio, junto con sus discípulos, confirió capacidad y dignidad cultural a la lengua litúrgica paleoeslava, que, vino a ser durante largos siglos no sólo la lengua eclesiástica, sino también la oficial y literaria, e incluso la lengua común de las clases más cultas en la mayor parte de las naciones eslavas y, en concreto, de todos los eslavos de rito oriental. Dicha lengua se usaba también en la Iglesia de la Santa Cruz, de Cracovia, en la que se habían establecido los Benedictinos eslavos. Aquí se publicaron los primeros libros litúrgicos impresos en esta lengua. Hasta el día de hoy es ésta la lengua usada en la liturgia bizantina de las Iglesia Orientales eslavas de rito constantinopolitano, tanto Católicas como Ortodoxas, en Europa oriental y sudoriental, así como en diversos Países de Europa occidental; es también usada en la liturgia romana de los católicos de Croacia.

22 En el desarrollo histórico de los eslavos de rito oriental, dicha lengua tuvo un papel similar al de la lengua latina en Occidente; además ella se ha conservado durante largo tiempo -en parte hasta el siglo XIX- y ha ejercido un influjo mucho más directo en la formación de las lenguas nativas literarias gracias a la estrecha relación de parentesco con ellas.

Estos méritos en favor de la cultura de todos los pueblos y de todas las naciones eslavas, hacen que la obra de evangelización realizada por los santos Cirilo y Metodio esté, en cierto sentido, constantemente presente en la historia y en la vida de estos pueblos y de estas naciones.



VII. SIGNIFICADO E IRRADIACIÓN DEL MILENIO CRISTIANO EN EL MUNDO ESLAVO

23 La actividad apostólico-misionera de los santos Cirilo y Metodio, que se sitúa en la segunda mitad del siglo IX, puede considerarse como la primera evangelización efectiva de los eslavos.

Esta actividad alcanzó, de diversa manera, a cada uno de los territorios, concentrándose principalmente en los de la Gran Moravia de entonces. Ante todo, abarcó las regiones de la metrópoli, cuyo pastor era Metodio, esto es, Moravia, Eslovaquia y Panonia, en suma, una parte de la actual Hungría. En el marco del influjo más vasto ejercido por esta actividad apostólica -en especial por parte de los misioneros preparados por Metodio- se encontraron los otros grupos de eslavos occidentales, sobre todo, los de Bohemia. El primer príncipe histórico de Bohemia, de la dinastía de los Premyslidi, Bozyvoj (Borivoj), fue bautizado probablemente según el rito eslavo. Más tarde este influjo llegó hasta las tribus serviolusacianas, así como a los territorios de la Polonia meridional. Sin embargo, desde el momento de la caída de la Gran Moravia (905-906 aproximadamente), a este rito le sustituyó el rito latino y Bohemia fue puesta eclesiásticamente bajo la jurisdicción del Obispo de Ratisbona y la metrópoli de Salzburgo. Mas, es digno de atención el hecho de que aún a mediados del siglo X, en tiempos de san Wenceslao, existía una compenetración recíproca de elementos de ambos ritos con una avanzada simbiosis de las dos lenguas usadas en la liturgia: la lengua eslava y la lengua latina. Por lo demás, no era posible la cristianización del pueblo sin servirse de la lengua nativa. Solamente sobre esta base pudo desarrollarse la terminología cristiana en Bohemia y de aquí, sucesivamente, desarrollarse y consolidarse la terminología eclesiástica en Polonia. La referencia sobre el príncipe de los Vislanos en la Vida de Metodio es la alusión histórica más antigua relativa a una de las tribus polacas.41 Faltan datos suficientes para poder relacionar con esta noticia la institución de una organización eclesiástica de rito eslavo en las tierras polacas.

(41) Cf. Vita Methodii XI,2-3: ed. cit., p. 231.


24 El bautismo de Polonia en el año 966, en la persona del primer soberano histórico Mieszko, que se casó con la princesa bohema Dubravka) tuvo lugar principalmente por medio de la Iglesia bohema y, por medio de ella, el cristianismo se introdujo en Polonia desde Roma en la forma latina. De todas maneras, subsiste el hecho de que los orígenes del cristianismo en Polonia se conectan de algún modo con la obra de los hermanos que partieron de la lejana Salónica. Entre los eslavos de la península Balcánica, la solicitud de los santos hermanos fructificó de modo aún más visible. Gracias a su apostolado, se consolidó el cristianismo, radicado desde hacía tiempo en Croacia.

Principalmente a través de los discípulos, expulsados del primer terreno de actividad, la misión cirilo-metodiana se consolidó y desarrolló maravillosamente en Bulgaria. Aquí, gracias a san Clemente de Ojrid, surgieron centros dinámicos de vida monástica, y aquí tuvo un desarrollo particular el alfabeto cirílico. Desde aquí el cristianismo pasó también a otros territorios hasta llegar, a través de la vecina Rumania, a la antigua Rus' de Kiev y extenderse luego desde Moscú hacia el Oriente. Dentro de algunos años -precisamente en el 1988- se cumplirá el milenario del bautismo de san Vladimiro el Grande, príncipe de Kiev.

25 Justamente, por tanto, los santos Cirilo y Metodio fueron muy pronto reconocidos por la familia de los pueblos eslavos como padres, tanto de su cristianismo como de su cultura. En muchos de los territorios ya mencionados, si bien habían sido visitados por diversos misioneros, la mayoría de la población eslava conservaba, todavía en el siglo IX, costumbres y creencias paganas. Solamente en el terreno cultivado por nuestros santos, o al menos preparado por ellos para su cultivo, el cristianismo entró de modo definitivo en la historia de los eslavos durante el siglo siguiente.

Su obra constituye una contribución eminente para la formación de las comunes raíces cristianas de Europa; raíces que, por su solidez y vitalidad, constituyen uno de los más firmes puntos de referencia del que no puede prescindir todo intento serio por recomponer de modo nuevo y actual la unidad del continente.

Después de once siglos de cristianismo entre los eslavos, constatamos que el legado de los hermanos de Salónica es y sigue siendo para dichos pueblos más profundo y serio que cualquier división. Ambas tradiciones cristianas -la oriental que viene de Constantinopla y la occidental que viene de Roma- surgieron en el seno de la única Iglesia, aunque sobre el entramado de culturas diversas y con una óptica distinta respecto a los mismos problemas. Tal diversidad, cuando sea bien comprendido su origen y convenientemente ponderados su valor y significado, no hará sino enriquecer tanto la cultura de Europa como su tradición religiosa, y convertirse, de esta manera, en una base adecuada para su deseada renovación espiritual.

26 Desde el siglo ix, cuando en la Europa cristiana se estaba delineando un sistema nuevo, los santos Cirilo y Metodio nos proponen un mensaje que se manifiesta de gran actualidad para nuestra época la cual, precisamente por razón de tantos y tan complejos problemas de orden religioso y cultural, civil e internacional, busca una unidad vital en la real comunión de sus diversas componentes. De los dos evangelizadores se puede afirmar que una característica suya fue el amor a la comunión de la Iglesia universal tanto en Oriente como en Occidente y, dentro de ella, a la Iglesia particular que estaba naciendo en las naciones eslavas. De ellos procede, también para los cristianos y hombres de nuestro tiempo, la invitación a construir juntos la comunión.

Pero es en el terreno específico de la actividad misionera donde destaca todavía más el ejemplo de Cirilo y Metodio. En efecto, dicha actividad es tarea esencial de la Iglesia y es en nuestros días urgente en la forma ya mencionada de la " inculturación ". Los dos hermanos no sólo desarrollaron su misión respetando plenamente la cultura existente entre los pueblos eslavos, sino que, junto con la religión, la promovieron y acrecentaron de forma eminente e incesante De modo análogo, en nuestros días, las Iglesias de antigua fundación pueden y deben ayudar a las Iglesia y a los pueblos jóvenes a madurar en su propia identidad y a progresar en ella.42

(42) Cf. Conc. Ecum. Vatic. II, Decreto Ad gentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia,
AGD 38.


27 Cirilo y Metodio son como los eslabones de unión, o como un puente espiritual, entre la tradición oriental y la occidental, que confluyen en la única gran tradición de la Iglesia universal. Para nosotros son paladines y a la vez patronos en el esfuerzo ecuménico de las Iglesias hermanas de Oriente y Occidente para volver a encontrar, mediante el diálogo y la oración, la unidad visible en la comunión perfecta y total; " unión que -como dije durante mi visita a Bari- no es absorción ni tampoco fusión ".43 La unidad es el encuentro en la verdad y en el amor que nos han sido dados por el Espíritu. Cirilo y Metodio, en su personalidad y en su obra, son figuras que despiertan en todos los cristianos una gran " nostalgia por la unión " y por la unidad entre las dos Iglesias hermanas de Oriente y Occidente.44 Para la plena catolicidad, cada nación y cada cultura tienen un papel propio que desarrollar en el plan universal de salvación. Cada tradición particular, cada Iglesia local, debe permanecer abierta y atenta a las otras Iglesias y tradiciones y, al mismo tiempo, a la comunión universal y católica; si permaneciese cerrada en sí misma, correría el peligro de empobrecerse también ella.

En la actuación del propio carisma, Cirilo y Metodio dieron una contribución decisiva a la construcción de Europa, no sólo en la comunión religiosa cristiana, sino también con miras a su unión civil y cultural. Ni aún hoy existe otra vía para superar las tensiones y reparar las rupturas y antagonismos existentes, tanto en Europa como en el mundo, los cuales amenazan con provocar una espantosa destrucción de vida y de valores. Ser cristiano en nuestro tiempo significa ser artífice de comunión en la Iglesia y en la sociedad. A tal fin ayudan un espíritu abierto hacia los hermanos, la mutua comprensión y la prontitud en la cooperación mediante un generoso intercambio de los bienes culturales y espirituales.

En efecto, una de las aspiraciones fundamentales de la humanidad actual es la de volver a encontrar la unidad y la comunión para una vida verdaderamente digna del hombre a nivel mundial. La Iglesia, consciente de ser signo y sacramento universal de salvación y de unidad del género humano, está dispuesta a desempeñar este deber suyo, " que las condiciones de nuestra época hacen más urgente ", para que " todos los hombres, que hoy están más íntimamente unidos por múltiples vínculos sociales, técnicos y culturales, consigan también la unidad completa en Cristo ".45

(43) Juan Pablo II, Discurso en el encuentro ecuménico en la basilica de San Nicolas de Bari (26 de febrero de 1984),2: L'Osservatore Romano, edic. en lengua espanola 11 de marzo de 1984, p. 19.
(44) Ibid., p. 19.
(45) Conc. Ecum. Vatic. II, Constitucion dogmatica Lumen gentium, sobre la Iglesia,
LG 1.


VIII. CONCLUSIÓN

28 Conviene, por tanto, que toda la Iglesia celebre con solemnidad y alegría los once siglos transcurridos desde la conclusión de la obra apostólica del primer arzobispo ordenado en Roma para los pueblos eslavos, Metodio, y de su hermano Cirilo, al recordar el ingreso de estos pueblos en la escena de la historia de la salvación y en el número de las naciones europeas que, desde los siglos precedentes, habían acogido el mensaje evangélico. Todos pueden comprender con qué profundo gozo desea participar en esta celebración el primer hijo de la estirpe eslava, llamado, después de casi dos milenios, a ocupar la sede episcopal de San Pedro en esta ciudad de Roma.

29 " En tus manos entrego mi espíritu ". Nosotros saludamos el undécimo centenario de la muerte de san Metodio con las mismas palabras que -de acuerdo a cuanto se narra en su Vida, escrita en lengua paleoeslava 46- fueron pronunciadas por él antes de morir, mientras estaba ya para unirse con sus padres en la fe, en la esperanza y en la caridad: a los patriarcas, profetas, apóstoles, doctores y mártires. Con el testimonio de la palabra y de la vida, sostenidas por el carisma del Espíritu, él dio ejemplo de una vocación fecunda tanto al siglo en que vivió como a los siglos posteriores y, de modo particular, a nuestros días.

Su glorioso " tránsito " en la primavera del año 885 de la Encarnación de Cristo (y según el cómputo bizantino del tiempo, en el año 6393 de la creación del mundo) tuvo lugar en un período en que inquietantes nubes se cernían sobre Constantinopla y tensiones hostiles amenazaban cada vez más la tranquilidad y la vida de las naciones, e incluso los sagrados vínculos de fraternidad cristiana y de comunión entre las Iglesias de Oriente y Occidente.

En su Catedral, rebosante de fieles de diversas estirpes, los discípulos de san Metodio tributaron un solemne homenaje al difunto pastor por el mensaje de salvación, de paz y de reconciliación que había llevado y al que había dedicado toda su vida: " Celebraron un oficio sagrado en latín, griego y eslavo ",47 adorando a Dios y venerando al primer arzobispo de la Iglesia fundada por él entre los eslavos, a quienes había anunciado el Evangelio junto con su hermano, en su propia lengua. Esta Iglesia se consolidó aún más cuando, por explícito consentimiento del Papa, recibió una jerarquía autóctona, radicada en la sucesión apostólica y enlazada en la unidad de fe y de amor tanto con la Iglesia de Roma como con la de Constantinopla , donde la misión eslava se había iniciado.

Al cumplirse once siglos de su muerte, deseo estar presente, al menos espiritualmente, en Velehrad donde -como parece- la divina Providencia permitió a Metodio concluir su vida apostólica:

-deseo también detenerme en la Basílica de san Clemente en Roma, donde fue sepultado san Cirilo; -y ante las tumbas de ambos hermanos, apóstoles de los eslavos, deseo encomendar a la Santísima Trinidad su herencia espiritual con una oración especial.

(46) Cf. Vita Methodii XVII,9-10: ed. cit., p. 237;
Lc 23,46 Ps 31,6 [30],6.
(47) Vita Methodii XVII,11: ed. cit., p. 237.


30 " En tus manos entrego ... ".

Oh Dios grande, uno en la Trinidad, yo te entrego el legado de la fe de las naciones eslavas: conserva y bendice esta obra tuya.

Recuerda, Padre todopoderoso, el momento en el que, según tu voluntad, llegó a estos pueblos y naciones la " plenitud de los tiempos " y los santos misioneros de Salónica cumplieron el mandato que tu Hijo Jesucristo había dirigido a sus Apóstoles; siguiendo sus huellas y las de sus sucesores llevaron a las tierras habitadas por los eslavos la luz del Evangelio, la Buena Nueva de la salvación y ante ellos dieron testimonio de

-que Tú eres Creador del hombre, que eres Padre y que en Ti todos los hombres somos hermanos;

-que por medio de tu Hijo, Palabra eterna, has dado la existencia a todas las cosas y has llamado a los hombres a participar de tu vida que no tiene fin;

-que has amado tanto al mundo que le has entregado como don a tu Hijo unigénito, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo y por obra del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María y se hizo hombre;

-que, finalmente, enviaste al Espíritu de poder y de consuelo para que todo hombre, redimido por Cristo, pudiese recibir en él la dignidad de hijo y llegar a ser coheredero de las indefectibles promesas hechas por Ti a la humanidad.

Tu plan creador, oh Padre, culminado en la Redención, implica al hombre viviente y abarca toda su vida y la historia de los pueblos.

Escucha, oh Padre, lo que hoy te implora toda la Iglesia y haz que los hombres y las naciones que, gracias a la misión apostólica de los santos hermanos de Salónica, te conocieron y te recibieron a Ti, Dios verdadero, y mediante el Bautismo entraron en la comunidad de tus hijos, puedan seguir todavía acogiendo, sin obstáculos, con entusiasmo y confianza este programa evangélico, realizando todas sus posibilidades humanas sobre el fundamento de sus enseñanzas.

-Que puedan seguir ellos, conforme a su propia conciencia, la voz de tu llamada a lo largo del camino que les fue indicado por primera vez hace once siglos.

-Que el hecho de pertenecer al Reino de tu Hijo jamás sea considerado por nadie en contraste con el bien de su patria terrena.

-Que en la vida privada y en la vida pública puedan darte la alabanza debida.

-Que puedan vivir en la verdad, en la caridad, en la justicia y en el gozo de la paz mesiánica que llega a los corazones humanos, a las comunidades, a la tierra y al mundo entero.

-Que, conscientes de su dignidad de hombres y de hijos de Dios, puedan tener la fuerza para superar todo odio y para vencer el mal con el bien.

Y concede también a toda Europa, oh Trinidad Santísima, por intercesión de los dos santos hermanos, que sienta cada vez más la exigencia de la unidad religioso-cristiana y la comunión fraterna de todos sus pueblos, de tal manera que, superada la incomprensión y la desconfianza recíprocas, y vencidos los conflictos ideológicos por la común conciencia de la verdad, pueda ser para el mundo entero un ejemplo de convivencia justa y pacífica en el respeto mutuo y en la inviolable libertad.

31 A Ti, pues, Dios Padre todopoderoso Dios Hijo que has redimido al mundo, Dios Espíritu Santo que eres fundamento y maestro de toda santidad, deseo encomendarte la Iglesia entera de ayer, de hoy y de mañana; la Iglesia que está en Europa y que está extendida por toda la tierra.

En tus manos pongo esta riqueza singular compuesta de tantos dones diversos, antiguos y nuevos que forman el tesoro común de tantos hijos diversos.

Toda la Iglesia te da gracias a Ti, que llamaste a las naciones eslavas a la comunión de la fe por la herencia y por la contribución dada al patrimonio universal. Te da gracias por esto, de modo particular, el Papa de origen eslavo. Que esta contribución no cese jamás de enriquecer a la Iglesia, al continente europeo y al mundo entero. Que no se debilite en Europa y en el mundo de hoy. Que no falte en la conciencia de nuestros contemporáneos. Deseamos acoger íntegramente todo aquello que, de original y válido, las naciones eslavas han dado y siguen dando al patrimonio espiritual de la Iglesia y de la humanidad. Toda la Iglesia, consciente de su riqueza común, profesa su solidaridad espiritual con ellos y reafirma su propia responsabilidad hacia el Evangelio, por la obra de salvación que es llamada a realizar también hoy en todo el mundo, hasta los confines de la tierra. Es indispensable remontarse al pasado para comprender, bajo su luz, la realidad actual y vislumbrar el mañana. La misión de la Iglesia, en efecto, está siempre orientada y encaminada con indefectible esperanza hacia el futuro.

32 ¡El futuro! Por más que pueda aparecer humanamente grávido de amenazas e incertidumbres, lo ponemos con confianza en tus manos, Padre celestial, invocando la intercesión de la Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia; y también la de tus Apóstoles Pedro y Pablo y la de los santos Benito, Cirilo y Metodio, la de Agustín y Bonifacio, y la de todos los evangelizadores de Europa, los cuales, fuertes en la fe, en la esperanza y en la caridad, anunciaron a nuestros padres tu salvación y tu paz; y con los trabajos de su siembra espiritual comenzaron la construcción de la civilización del amor, el nuevo orden basado en tu santa ley y en el auxilio de tu gracia, que al final de los tiempos vivificará todo y a todos en la Jerusalén celestial. Amén.

A todos vosotros, amadísimos hermanos, mi Bendición Apostólica.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 2 de Junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, del año 1985, séptimo de mi Pontificado.

JUAN PABLO II









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