La "Nueva Evangelización" de Juan Pablo II

(Prof. Jose Vidamor B. Yu, Manila)

 

La evangelización en la era contemporánea ha cambiado el centro de atención. El concepto de "culturas de evangelización" se ha convertido en un término relativamente nuevo en el área de la misión y la evangelización, ya que la Iglesia es cada vez más consciente de los "signos de los tiempos". La observación de Pablo VI en referencia a la relación entre Evangelio y cultura es válida en estos tiempos de la posmodernidad. Dijo el Papa, "La ruptura entre Evangelio y cultura es sin duda alguna el drama de nuestro tiempo, como lo fue también en otras épocas." (EN 20)

La evangelización de las culturas

La teología de la misión de Juan Pablo II ha hecho de las culturas el objeto de la nueva evangelización. Los componentes colectivos que conforman la cultura han sido los campos específicos de la evangelización. Entre ellos se encuentran: las conductas, las mentalidades, las cosmovisiones, los criterios de juicio, la lógica y los impulsos internos, los puntos de interés, los valores determinantes, la manera de reaccionar ante la realidad, los paradigmas de vida, los puntos de vista, las costumbres y toda la psicología de una cultura. Recordemos que en el pasado la iglesia fue el agente primordial de la evangelización de todo el Imperio Romano impregnándolo de la formación cristiana de la conciencias, y el desarrollo de las ciencias humanas basados en los criterios del Evangelio. Las culturas fueron formadas y educadas a la luz del Evangelio que ha guiado la ingeniosidad del hombre especialmente en las artes, la literatura y las ciencias humanas. De una forma gradual, la sociedad y la actividad del hombre en esos tiempos se fueron impregnando del espíritu cristiano.

Sin embargo, el alejamiento entre las culturas y el Evangelio es una realidad creciente en la actualidad. El hombre, las culturas y el Evangelio existen en contraposición unos con otros. La fe cristiana debe adquirir ahora nuevos métodos y formas de evangelización y purificación de las culturas. Las culturas que una vez fueron cristianas están ahora sometidas sin lugar a dudas a la secularización, a nuevas formas de ateísmo, materialismo e indiferencia hacia la religión. La nueva evangelización significaría estar en una cultura contrapuesta que juzgase críticamente y que condene los valores que están en contra del Evangelio. La expresión "nueva evangelización" se refiere también a la "reevangelización", la "segunda evangelización" o a la "manera más profunda de evangelización de las culturas"

Evangelizar la cultura de la posmodernidad

El hombre sigue siendo el principal agente del desarrollo. No el dinero o la tecnología. (cf RM 58) El entorno posmoderno deviene una cultura que siempre se ha de evangelizar. La inculturación del Evangelio en estas culturas y la evangelización de los pueblos ha de ser metodológica y meditada por aquellos que están a cargo de la misión y la evangelización en las iglesias locales. Las riquezas y el apego a los productos descubiertos por el hombre como por ejemplo los dispositivos de tecnología mundial han esclavizado al hombre e incluso le dan la posibilidad de no temer la pérdida del alma. En algunos lugares se rechaza la Evangelio a consecuencia de un entorno progresivamente secularizado. Juan Pablo II nos recuerda que el impulso de la "nueva evangelización" ha de centrarse en el desarrollo total de la persona humana. "El auténtico desarrollo humano debe estar enraizado en una evangelización cada vez más profunda." (RM 58)

Formación de una nueva cultura

El impulso de la "nueva evangelización" es la creación de una "nueva cultura". Es hacer "todas las cosas nuevas en Cristo". La tarea de la Iglesia es dar a la cultura una nueva identidad a la luz del Evangelio. La cultura debe ser una aliada del Evangelio. Debe servir de catalizador para la proclamación del Evangelio y brindar una nueva oportunidad a la investigación y la reflexión teológicas para que la Palabra de Dios encuentre una nueva expresión en medio de los rápidos cambios que se producen en la cultura. La "nueva evangelización" exige una "nueva cultura" y por lo tanto, evangelizadores. Esto implica que la "nueva evangelización" penetre en todos los estratos de la sociedad y rompa las barreras de la indiferencia religiosa que trata al Evangelio como algo que ya no es "nuevo", o a Cristo como nunca conocido por medio de la fe.