Prof. José Vidamor Yu, Manila
El munus sacerdotalis et regale de los laicos.
Los laicos forman parte integrante de la existencia de la Iglesia. El Concilio Vaticano II subraya que "la iglesia no puede nunca existir sin el apostolado de los laicos" (AA 1) La Iglesia asegura que los laicos ejercen su función específica in los diferentes apostolados para la santificación del mundo. De hecho, los laicos participan en el oficio sacerdotal, profético y real de Cristo. Por medio de Cristo y en la Iglesia los laicos participan de la misión de Cristo y cumplen su cargo en la formación del Pueblo de Dios. (cf AA 2)
Santidad de vida: Vocación universal de los laicos
La santificación de la vida propia es una vocación que han de desear todos los laicos. Dios desea la santidad de la vida de todos los que creen en Él. (cfr. 1 Tes 4:3) Los fieles laicos no son sólo obreros de la viña del Señor sino que también forman parte de la mies en el campo de la actividad misionera de Cristo en el mundo. Los laicos obtienen su vida y su santidad de Cristo que es el vino Verdadero. Los laicos son la rama "injertada en Cristo" (CL 9), que es el vino verdadero. La santidad de la vida entre los laicos es su identidad distintiva en la Iglesia.
Los fieles laicos están en constante unión con Cristo mediante la guía del Espíritu Santo. "El apostolado se vive por la fe, la esperanza y la caridad derramada por el Espíritu Santo en los corazones de todos los miembros de la Iglesia." (AA 3) Y lo "fructífero del apostolado de los laicos depende de su unión vital con Cristo." (AA 3)
Renovación del mundo: Función Real de los laicos
Los laicos participan en la misión de Cristo en la renovación del orden temporal. Su misión está enraizada en la Palabra de Dios y el espíritu de la Iglesia, incitado por el amor cristiano. (AA 7) la función real de los laicos es el servicio. Deben animar la cooperación con el resto de la humanidad en función de sus propias competencias y buscar la justicia del reino de Dios. (AA 7) Todo laico participa en la misión real de Cristo. Ha de ser imbuido en sus mentes y corazones la presteza en servicio al igual que Cristo vino a servir y no a ser servido. (cfr. Mt 20:28)
"Ser rey" como se entiende a la luz de Cristo se puede entender verdaderamente "siendo un siervo." Para poder servir de manera efectiva, uno debe saber moderarse a si mismo y practicar las virtudes cristianas. Nuestra participación en la misión real de Cristo o Su "función real" está estrechamente relacionada con todas las esferas de la moralidad tanto cristiana como humana. (cfr. RH 21)
Trabajo en los ministerios: función sacerdotal de los laicos
Los laicos, en virtud de su estado bautismal y vocación específica participan en la función sacerdotal de Cristo. Deben "hacer presente a la Iglesia y hacerla fructificar" en todos los tiempos y lugares. Comunican y se nutren de la Sagrada Eucaristía. (LG 33) La vocación real de los laicos es una llamada al sacrificio. Como miembros de la Iglesia, viviendo en el mundo, los laicos se reúnen como comunidad para Dios. Buscan la verdad mediante la escucha constante de la Palabra de Dios y celebrando la presencia de Dios a través de la Sagrada Eucaristía. Los laicos tienen el derecho a recibir en abundancia la ayuda de los bienes espirituales de la Palabra especial de Dios a la Iglesia y la Eucaristía.
La función sacerdotal de los laicos es de mediación. A través del Espíritu Santo, los laicos llevan a cabo el plan de Dios de transformación y conversión del mundo. Están llamados a hacer presente a la Iglesia en el mundo en medio de los gozos y las luchas, realidades y actividades en su vida cotidiana.
Finalmente, la función sacerdotal de los laicos la de la consagración. Los fieles laicos están llamados a comprometerse con el Señor. Es un compromiso a mantener la vida y a promoverla mediante la familia. Es un compromiso a rechazar el pecado y a resistir a los poderes del mal en el mundo. Las funciones sacerdotales y reales de los laicos deben manifestar su espiritualidad específica.